El 28 de marzo, nuestra Iglesia recuerda a San Doroteo de Gaza, Santo
Asceta. Siglo VII, Palestina
Nació en Palestina a finales del siglo VI. Ingreso en calidad de hermano lego en el monasterio del abad Seridio situado en el torrente entre Gaza y Ascarón, se puso bajo la dirección del monje Juan y de san Barsanufio. Fue tan grande el amor que le hicieron sentir estos maestros por el estudio, que acabó siendo éste su mayor pasión, pero no prosperó sólo en sabiduría, sino también en virtud.
De acuerdo con su trabajo, Doroteo llevó una vida austera y ascética. Después de terminar sus oraciones, recogía piedras a lo largo de la orilla del mar para construir celdas para los demás ermitaños. Por la noche tejía cestas a cambio de lo cual recibió los suministros que necesitaban para vivir. Su alimento consistía en pan y hierbas de la selva, comía sólo una vez al día y bebía un poco de agua. Apenas dormía descansando un poco en horas de trabajo o después de comer.
Una vez, San Doroteo envió a sus discípulos a buscar agua, pero volvieron diciendo que habían visto una serpiente y que el agua en el pozo estaba envenenada, san Doroteo fue al pozo, tomó un cucharón de agua e hizo la señal de la cruz sobre ella y bebió diciendo: "Con la Cruz, los poderes demoníacos no hacen daño".
Siendo su misión en el monasterio cuidar a los monjes ancianos y enfermos, tuvo la mejor ocasión de practicar con ellos una exquisita caridad cristiana. Muertos sus maestros, él mismo tomó el relevo: formó a san Dositeo que brilló por su santidad. Fundó el monasterio situado entre Gaza y Majuma, del que fue abad. Escribió un tratado ascético dedicado a la vida monástica que se conserva en versión griega y latina.
San Doroteo murió en paz a una edad avanzada en el primer tercio del siglo VII.
Para la reflexión:
¿Qué podemos aprender de la vida ascética de San Doroteo? ¿Podemos vivir esa vida en este mundo actual?
Oh, Dios que has puesto en San Doroteo agradables virtudes de tenacidad y constancia en el trabajo, concédenos por su intercesión confiar siempre en tu divina voluntad, entregarnos con Buena disposición al trabajo del día a día. Por Jesucristo Nuestro Señor, San Doroteo, ruega por nosotros. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario