El 14 de Julio nuestra
Iglesia celebra en Estados Unidos la Fiesta de Santa Catalina (Kateri) Tekakwitha, la primera santa piel roja de los Estados Unidos. Patrona de la
naturaleza y de la ecología. De memoria litúrgica. En el resto del mundo se
celebra el 17 de Abril.
A Santa Catalina o Kateri
Se le considera patrona de la naturaleza junto a San Francisco de Asís. Nació en
1656 en Ossernenon, lo que hoy es Auriesville, Nueva
York, Estados Unidos. Su madre era una cristiana miembro de la tribu
algonquina, que había sido capturada por los iróques y liberada por quien sería
el padre de Tekakwitha, un jefe tribal Mohawk, el más audaz y feroz de las
cinco naciones.
A los cuatros años
mueren sus padres y su hermano por la epidemia de viruela. A causa de esta
misma enfermedad ella quedó con el rostro desfigurado, la vista seriamente
dañada y queda a cargo de un tio, quien sucedió a su padre como jefe.
A los 11 años, Catalina
conoce la fe cristiana cuando a su pueblo llegaron misioneros jesuitas que
acompañaban a los diputados mohicanos. Su tío odiaba a los “Blackropes” pero no
podía hacerles nada por un tratado de paz con los franceses que requería su
presencia en aldeas con cristianos cautivos.
En alguna oportunidad,
los misioneros se alojaron en la casa de Catalina, ella se sintió muy conmovida
por sus palabras, pero por el miedo que le tenía a su tío le impidió buscar
instrucciones en ese momento. Si bien aceptó la fe.
Unos años después ella
negó casarse con un joven Mohawk. Y por fin a los 19 años logro la valentía
suficiente para dar el paso a la conversión. Pidió bautizarse haciendo frente a
la oposición de su familia, y al rechazo de su comunidad. Fue bautizada con el
nombre de Kateri (Catalina), era un Domingo de pascua. Si bien su alegría era
grande, contrastaba en mucho con la apatía de sus allegados. Desde ese momento
fue tratada como esclava, como el domingo ella no trabajaba, ese día no recibía
alimento.
Catalina había hecho
un voto de castidad, un acto sin precedentes para una mujer india puesto que su
futuro dependía de su matrimonio. Fue muy feliz cuando encontró un lugar en el
bosque donde podía rezar una hora al día y fue acusada falsamente de
encontrarse ahí con un hombre.
Siguiendo el consejo
de un sacerdote, se escapó una noche y comenzó un viaje de 200 millas hasta un
pueblo indio cristiano en St. Louis cerca de Montreal, Canadá. Llevó consigo
una nota del misionero que la ayudó, la nota decía: “Te envío un tesoro, Catalina
Tekakwitha, cuídala bien”
Creció bajo la
dirección de un sacerdote y de una mujer Iroquesa mayor. Durante su corta vida,
vivió una vida cristiana sobresaliente por su amor a la Santa Eucaristía. Hacía
visitas frecuentes al Santísimo Sacramento, iba a Misa todos los días y rezaba
el Santo Rosario. Cuidaba a los enfermos y ancianos y enseñaba a los niños. Se
caracterizó principalmente por su piedad y su ofrecimiento diario de las
penitencias y ayunos extremadamente severos en favor de la conversión de su nación.
Santa Catalina padecía
intensos dolores de cabeza, no era muy fuerte de salud y solía comer muy poco.
Partió a la Casa del
Padre el 17 de abril de 1680 en Kahnawake Cerca de Montreal en
Quebec, Canadá. Era la tarde del Jueves de la Semana Santa de aquel año, tenía
tan solo 24 años. Sus últimas palabras fueron: “¡Jesús, te amo!”.
Los testigos contaron que
el rostro demacrado de la santa cambió de color al de una niña completamente
sana, que las cicatrices se desvanecieron y que su rostro brillaba. Después que
falleciera se sanaron muchos enfermos que fueron al funeral.
A su muerte, el pueblo
desarrolló inmediatamente una gran devoción por ella, y muchos peregrinos
acudían a visitar su tumba, en Caughnawaga.
En 1884, el P.
Clarence Walworth mandó eregir un monumento junto a su sepultura y llegó a ser
conocida como “El Lirio de los Mohawks”.
Santa Catalina fue
beatificada por San Juan Pablo II el 22 de junio de 1980, y canonizada el 21 de
octubre de 2012 por el papa Benedicto XVI.
Si bien en Estados
Unidos su fiesta es el 14 de julio, en el resto del mundo, de acuerdo con el
martirologio, hoy se recuerda a Santa Catalina Tekakwitha.
Señor y Padre Nuestro,
Señor de toda la creación, tu que amas a todos los hombres y mujeres de todas
las naciones y condiciones, te damos gracias por el don de la Santidad, te
damos gracias porque nos muestras con tu infinita bondad que lo que amas de cada
uno de nosotros es el amor que tenemos por Ti y por nuestros semejantes, que a
ejemplo de Santa Catalina, podamos mirarte con esa ternura y dulzura con la que
ella se entregó a tus preceptos. Bendícenos y danos la fortaleza que ella tuvo
para poder llegar a Ti algún día junto a nuestro Señor y María Santísima. Por
Jesucristo Nuestro Señor, Santa Catalina Tekakwitha, ruega por
nosotros. Amén
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