El 10 de Septiembre, nuestra Iglesia recuerda a San Nicolas de
Tolentino, Santo Patrono de las almas del purgatorio. Año 1305, Italia.
San Nicolás de Tolentino nació en Castel Sant´ Angelo en Pontano, Italia
en 1245, su vida estuvo entretejida de singulares experiencias místicas y de
hechos prodigiosos, A San Nicolás de Tolentino lo invocan los que sufren
injusticias, o están en peligro de perder la vida o la libertad, y también se
lo invoca como protector de la maternidad, la infancia, de las almas del
purgatorio, de la buena muerte, y hasta contra los incendios y las epidemias.
Fue asceta, austero, pero no excéntrico, riguroso consigo mismo pero dulce y atento con todos. En 1256 entró a la orden de los agustinos y se ordenó en 1269 en Cingoli; durante seis años peregrinó por varias ciudades y después fijó su residencia en Tolentino en donde ejerció su apostolado sobre todo en el confesionario. Su santificación personal maduró en la sombra, haciendo fructificar los recursos espirituales que le brindaba la vida religiosa: la obediencia incondicional, el absoluto desapego de los bienes terrenales y la profunda modestia. Así se santificó, y al final de su vida pudo exclamar: “Veo a mi Señor Jesucristo, a su Madre y a San Agustín que me dicen: Muy bien, siervo bueno y fiel”.
Aunque no se notaba exteriormente la penitencia a la que se sometía, sabemos por el testimonio de sus cohermanos que cuatro días a la semana su alimento consistía en sólo pan y agua, y los otros tres días no tocaba alimentos sustanciosos como carne, huevos, o fruta. No dormía sino tres o cuatro horas y el resto lo dedicaba a la oración.
Después de largas horas que pasaba en el confesionario, se dedicaba a visitar a los pobres, a los que les llevaba, con el permiso de sus superiores, ayudas materiales en los casos más urgentes. Los prodigios que hizo en vida y sobre todo después de la muerte tenían la finalidad de aliviar las miserias humanas. Murió en Tolentino el 10 de septiembre de 1305.
Cuarenta años después de su muerte, fue encontrado su cuerpo incorrupto. En esa ocasión se le quitaron los brazos y de la herida salió bastante sangre. De esos brazos, conservados en relicarios de plata desde el siglo XV, ha salido periódicamente mucha sangre. Esto contribuyó a la difusión de su culto en toda Europa y en América.
Fue canonizado el 5 de junio de 1446 en fiesta de pentecostes por el Papa Eugenio IV.
Glorioso Protector de las almas del purgatorio, ¡San Nicolás de Tolentino! te rogamos que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo de la divina clemencia la condonación de todos sus delitos y sus penas, para que, saliendo de aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión beatífica de Dios. Y a nosotros, alcánzanos la más viva compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas almas queridas. Por Jesucristo Nuestro Señor. San Nicolas de Tolentino, Ruega por nosotros. Amén.
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