lunes, 29 de septiembre de 2025

Septiembre 27, San Vicente de Paul


El 27 de Septiembre, nuestra Iglesia recuerda a San Vicente de Paul, Fundador de la Congregación de la Misión y las Hijas de la Caridad. Año 1660, Francia.

Nació San Vicente en el pueblecito de Pouy en Francia, en 1580. Sus padres fueron Juan de Paúl y Beltranda de Moras. Era el tercero de seis hermanos. La modesta condición de la familia hizo que muy pronto el niño Vicente tuviera que contribuir con su trabajo de pastor de ovejas y de cerdos a la economía familiar. Pronto también dio muestras de una inteligencia despierta, lo que llevó a su padre a pensar que podía hacer una carrera eclesiástica. Cursó estudios primarios y secundarios en Dax, y posteriormente filosofía y teología en Toulouse durante siete años. Estudió también en Zaragoza. Se ordenó sacerdote muy joven, a los veinte años, con la intención de ser párroco de inmediato y así poder ayudar a su familia.

Una serie de peripecias no muy bien conocidas lo llevaron a los treinta años a París, donde encontró inicialmente algunas pequeñas ocupaciones sacerdotales, hasta que por recomendación de un amigo sacerdote, Pedro de Berulle, entró en 1613 en la importante casa de los señores de Gondi como prefecto de los niños y posteriormente director espiritual de la señora.

Los viajes por las tierras de los Gondi llevaron a Vicente a un conocimiento de primera mano de las lastimosas condiciones de vida materiales y espirituales de la población campesina y también del clero parroquial que les atendía con serias deficiencias. Esta experiencia y su propia evolución espiritual, le llevaron a un decisión irrevocable de dedicar su vida sacerdotal a la evangelización y redención de la población campesina y a la formación de sus sacerdotes.

Su visión, limitada en sus comienzos a la población campesina, se fue ampliando progresivamente hasta incluir: condenados a galeras, enfermos pobres, niños abandonados, soldados heridos, esclavos, ancianos desamparados, mendigos, refugiados de guerra o nativos paganos de Madagascar. Movilizó para ello a sacerdotes, a hombres y mujeres de la nobleza, de la burguesía y del pueblo llano, cofradías parroquiales de caridad y Damas de la Caridad, a jóvenes campesinas (Hijas de la Caridad); a todos ellos intentó contagiar con su propia visión del Evangelio y su experiencia Cristiana.

Vicente de Paul fundó la Congregación de la Misión en 1625, gracias a una suma de dinero que los Gondi pusieron a su disposición. En 1633, junto con Luisa de Marillac, fundó la Compañía de las Hijas de la Caridad. Con Luisa a su lado, actuó como Superior General presidiendo los frecuentes consejos, redactando una regla y resolviendo la base jurídica un tanto revolucionaria, que haría de la Compañía una fuerza apostólica poderosa en los años venideros. Durante su vida, se erigieron más de 60 casas entre Francia y Polonia. Después, la Compañía llegó a ser una de las más grandes congregaciones de la Iglesia católica. La Congregación de María se extendió no solo por Francia y Polonia, sino además por Italia, Irlanda, Escocia, Túnez y Madagascar, Argelia, las Hébridas y las Orkneys.

Ejerció como Superior General de la Congregación hasta su muerte. En el proceso de guiar a los grupos que fundó, Vicente mantuvo una profusa correspondencia de más de 30 000 cartas, de las que solamente se conserva un diez por ciento. En los últimos 25 años de su vida se encargó de la fundación de seminarios para el clero diocesano. Llegó a fundar veinte.

En sus últimos años su salud estaba muy deteriorada, pero no por eso dejaba de inventar y dirigir nuevas y numerosas obras de Caridad. El 27 de septiembre de 1660 pasó a la eternidad a recibir el premio prometido por Dios a quienes se dedican a amar y hacer el bien a los demás. Tenía 80 años. El Santo Padre León XIII proclamó a este sencillo campesino como Patrono de todas las asociaciones católicas de caridad.

¡Oh glorioso San Vicente, celeste Patrón de todas las asociaciones de caridad y padre de todos los desgraciados, que durante tu vida jamás abandonaste a ninguno de cuantos acudieron a ti! Mira la multitud de males que pesan sobre nosotros, y ven en nuestra ayuda; alcanza del Señor socorro a los pobres, alivio a los enfermos, consuelo a los afligidos, protección a los desamparados, caridad a los ricos, conversión a los pecadores, celo a los sacerdotes, paz a la Iglesia, tranquilidad a las naciones, y a todos la salvación. Sí, experimenten todos los efectos de tu tierna compasión, y así, por ti, socorridos en las miserias de esta vida, nos reunamos con en el cielo, donde no habrá ni tristeza, ni lágrimas, ni dolor, sino gozo, dicha, tranquilidad y beatitud eterna. Por Jesucristo Nuestro Señor, San Vicente de Paul, ruega por nosotros. Amén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Septiembre 29, fiesta de los santos Miguel, Gabriel y Rafael

El 29 de Septiembre en la Iglesia celebramos la fiesta de los tres Arcángeles que nombra la Sagrada Escritura, San Miguel, San Gabriel y San...